Formarse en el tema que le apasiona y poner sobre ruedas el emprendimiento que siempre se soñó, se ha convertido en ese salvavidas para los jóvenes que luego de finalizar sus estudios secundarios desean quedarse en el municipio. Este es el caso de Manuela Gómez, que luego de varios meses de formación, en la actualidad ejerce la carrera que desde pequeña eligió, “me gustaba jugar con las muñecas, tratar de ponerlas bonitas, eso fue un inicio”.